Osmolalidad: es la presión osmótica de una solución expresada como número de osmoles de presión por kilogramo de agua. Se produce un osmol de presión cuando se disuelve un gramo de peso molecular de una sustancia no ionizante en un kilogramo de agua.
La osmolalidad del líquido extracelular debe regularse de manera minuciosa pues, cuando se altera, las células se hinchan o se encogen, lo cual puede determinar la muerte celular. El control de la osmolalidad es más importante que el control del volumen de líquido corporal.
La osmolalidad plasmática aumenta ante la falta de agua y se reduce con su ingestión. Los osmorreceptores del hipotálamo anterior son sensibles a cambios de apenas 1% de la osmolalidad plasmática y regulan la liberación de hormona antidiurética (ADH). El aumento de la osmolalidad eleva la liberación de ADH y estimula la sed y la reabsorción de agua; su caída produce el efecto contrario. La ADH es un péptido de nueve aminoácidos formado a partir de un precursor más grande sintetizado en el hipotálamo. La ADH es transportada desde allí a la hipófisis posterior (neurohipófisis) por fibras nerviosas (tracto hipotalamohipofisario), donde es almacenada en gránulos secretorios. Los potenciales de acción de los osmorreceptores hacen que estos gránulos liberen ADH. La ADH se une a los receptores V2 de las células renales principales e incrementa los niveles de adenosin monofosfato cíclico (AMPc), lo cual promueve la incorporación de los canales de agua (acuaporinas) en la membrana apical. La ADH también produce vasoconstricción (incluido el riñon) a través de los receptores Vt.
La relación entre la osmolalidad plasmática y la liberación de ADH es estrecha, al igual que la existente entre la ADH plasmática y la osmolalidad urinaria. La producción normal de orina es de ~60 mL/h. Un nivel máximo de ADH reduce el volumen de orina a un mínimo de ~400 mL diarios; en ausencia de ADH, el volumen de orina puede llegar a ~25 L diarios. La ADH es eliminada rápidamente del plasma y cae al 50% en alrededor de 10 minutos, principalmente debido a su metabolismo en el hígado y en los riñones.
Los riñones excretan un exceso de agua mediante la formación de orina diluida.
Bibliografía:
Guyton, A.C. Hall, J.E. 2006, Tratado de fisiología medica. España; (11ava edición) Elseivier Science.
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